Quizá porque esperábamos mucho más y pensábamos que todo estaba dado para una gran tarde: Un Cartel de lujo, La considerada mejor Ganadería de Colombia y una plaza engalanada como para "fiesta de 15", pero algunos salimos con un sabor agridulce en el paladar.
Lo sobresaliente: La terna. Ponce estuvo en plan de lidiador y le "arrancó" unja oreja al cuarto de la tarde a punta de mando y ganas con un toro que poco ofrecía. Paco Urueña se topó con un lote imposible, pero dejó trazos de Sus buenas maneras. A Juan de Castilla le correspondió el mejor de la tarde (el sexto) y estuvo en plan "bullangero" desperdiciando una buena oportunidad ante un toro que embestía desordenado pero iba de largo y otra cosa hubiera sido con de una muleta templada y poderosa. Perdió algún premio con la espada. Se dejó distraer de una apresurada petición de indulto.
El encierro de Ernesto Gutierrez: Disparejo en todos los sentidos, salvo el cuarto y el sexto faltos de movilidad y Todos bajitos de raza.
La afición: Ausente... a duras penas media plaza.
El ruedo: un sector en muy mal estado, se hundían toros y Toreros en una arena blanda, además de color negro que desluce el dorado tradicional.